Hermandad de la Santísima Trinidad
Cómo surgimos
La Hermandad surge como una necesidad pastoral, a partir del catecumenado impartido en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Merced en la Habana Vieja (a cargo de los Padres Paúles). Los mismos catecúmenos ven la necesidad de no sólo asistir dominicalmente a la Santa Misa, hacía falta algo más.
Un domingo de octubre de 2014, al terminar la celebración de la Santa Misa de 9:00 de la mañana, comienzan a rezar, solamente tres fieles (entre ellos el seminarista Rubén Orlando, catequista), la coronilla a la Santísima Trinidad y tienen una charla sobre la práctica de la oración y el espíritu contemplativo en la vida ordinaria. Ese mismo día acuerdan tener para el próximo domingo un encuentro de Oración en la capilla privada de los Padres Paúles. Después de convocar a los fieles para el encuentro de oración asisten varios hasta casi llenar la capilla. En los siguientes domingos la afluencia es tal que ya la pequeña capillita no es suficiente. Se traslada el encuentro de Oración a la capilla del Santísimo de la misma Iglesia. Al pasar el tiempo ya suman más de 30 fieles los asistentes a la Oración en común.
Según consta en los Estatutos de la Hermandad, la idea original consistía en poner en práctica cuatro "pilares" de las comunidades cristianas primitivas. Tal como se lee en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 42), 1: escuchar la enseñanza de los apóstoles (catequesis), 2: participar en la vida común (ágape-vida fraterna), 3: en la fracción del pan (Eucaristía) y 4: en las oraciones (encuentro de Oración). El objetivo era reanimar la comunidad cristiana con nuevo fervor y comenzar un camino de formación permanente para los laicos, de modo que descubriendo en ellos los dones y carismas del Espíritu Santo, los ofreciesen a la comunidad mediante un mayor compromiso en el servicio eclesial.
Es así como la Hermandad intenta guardar estos cuatro imperativos con una frecuencia semanal. Creemos que la fraternidad entre los cristianos puede ser palpable y no sólo un concepto o ideal. Le Escritura dice de estas primeras comunidades que el Señor mismo incorporaba a ellas cada día a cuantos se iban a salvar (Hch 2, 47).
Nosotros hemos percibido un incremento de fieles que se acercan y hasta se incorporan a la fraternidad, otros se lanzan al catecumenado y procuran recibir los Sacramentos, en otros se despierta la fe un tanto fría y apática y se "espabilan", otros redescubren la necesidad de acudir al Señor realmente presente en el Sagrario, en otros aflora el amor por la Sagrada Biblia, etc., todo esto porque ven en nosotros acogida y sencillez a la hora de vivir, celebrar y enseñar nuestra fe católica.
Pero todo esto necesariamente puede ser válido a raíz de un "encuentro profundo con Jesucristo", el único por el cual podemos llegar a la Salvación (Hch 4, 12) y sobre el cual podemos construir sólidamente nuestra existencia (Mt 7, 24-27).
Se escogió el nombre de "Hermandad" porque es eso lo que pretendemos ser: una hermandad católica, y "de la Santísima Trinidad" porque a este nuestro Dios revelado en Jesús hacemos promesa de consagrarnos con una vida santa que le agrade. Desde el comienzo se ha venerado en la Hermandad un pequeño icono de la Santísima Trinidad de Andrei Rublev.
La Hermandad celebra el aniversario el día 6 de agosto, día de la Transfiguración del Señor, aunque haya comenzado a reunirse un domingo de octubre.
